En EMPI, estamos dispuestos a acompañarte en el proceso de aprendizaje, equipándote con las mejores herramientas técnicas, tecnológicas, teológicas y ministeriales. Queremos colaborar en tu formación académica, emocional, empírica y ministerial, proveyéndote experiencias, materiales, contactos y un excelente laboratorio para desarrollar emociones sanas.
No pierdas el tiempo y vení a EMPI. Ahora tenemos dos ingresos: uno en marzo y otro en setiembre de cada año. ¡Dale, te esperamos!
La competencia educativa “Ser” se refiere a la capacidad de los estudiantes para desarrollar una identidad personal y social sólida, que les permita actuar de manera ética, responsable y autónoma en diversos contextos de la vida. Esta competencia es fundamental para el desarrollo integral del individuo y se enfoca en aspectos como la autoestima, la autoconciencia, la empatía, y la capacidad de tomar decisiones informadas y responsables.
La competencia educativa “Saber” se refiere a la capacidad de los estudiantes para adquirir, comprender y aplicar conocimientos en diversas áreas del saber. Esta competencia es fundamental para el desarrollo académico, profesional, y se enfoca en la adquisición de conocimientos teóricos y prácticos que permiten a los estudiantes desenvolverse con éxito en diferentes contextos, sociales, culturales y eclesiásticos.
La competencia educativa “Hacer” se refiere a la capacidad de los estudiantes para aplicar sus conocimientos y habilidades en situaciones prácticas y reales. Esta competencia es esencial para el desarrollo de habilidades técnicas y profesionales, y se enfoca en la capacidad de los estudiantes para llevar a cabo tareas y resolver problemas de manera efectiva, incluida la generación de nuevas ideas y la práctica de liderazgo.
La competencia educativa “Estar” se refiere a la capacidad de los estudiantes para desenvolverse de manera adecuada en diferentes contextos sociales y profesionales, demostrando habilidades de comunicación, colaboración y adaptación. Esta competencia es esencial para el desarrollo de relaciones interpersonales efectivas y para el éxito en entornos laborales y comunitarios, la interpretación de señales sociales.
En EMPI creamos entornos apropiados para desarrollar las “competencias” que serán imprescindibles a la hora de servir.
Dada la naturaleza interna de EMPI, las clases informales tienen lugar en la residencia como actividad cotidiana.
Clases no estructuradas
Dinámicas y participativas
Contenidos interesantes
Tienen incidencia práctica, son actuales y muy relevantes
Las clases comunes se dan por la mañana, de lunes a viernes, salvo las intensivas que duran todo el día.
Desde las 8:30 a 13:00
Con descansos cada 40 minutos
Tiempos de estudio personal
Las intensivas agregan clases de 16:00hs a 20:00hs
Son aprendizajes no planificados que se desarrollan en entornos que posibilitan la creación de experiencias no formales.
Liderazgo rotativo
Viernes de pizza y recreación
Mentoreo personal
Martes de Celebración y miércoles de Células
La calidad de tu aprendizaje está directamente relacionada con la atención personalizada que recibes y el tamaño del grupo con el que compartes el aula. En EMPI, entendemos que un entorno educativo óptimo requiere un equilibrio entre interacción y atención individualizada. Por eso, limitamos el número de alumnos simultáneos a un máximo de 24.
Esta política nos permite asegurar que cada estudiante reciba la dedicación y el apoyo necesarios para alcanzar su máximo potencial. Creemos firmemente que un grupo reducido de estudiantes no solo mejora la calidad de la enseñanza, sino que también fomenta un ambiente de aprendizaje más colaborativo y enriquecedor.
El conocimiento teórico puede tener un impacto significativo y proporcionarte la sabiduría necesaria, pero solo si se aplica en la práctica. En EMPI, creemos firmemente en la importancia de la aplicación práctica de lo aprendido. Por eso, todo lo que estudias en nuestras aulas se pone en práctica obligatoriamente.
Esta metodología asegura que nuestros estudiantes no solo comprendan los conceptos teóricos, sino que también desarrollen habilidades prácticas esenciales para su futuro ministerial y profesional. Al integrar la teoría con la práctica, garantizamos una educación completa y efectiva que prepara a nuestros alumnos para enfrentar los desafíos del mundo real.
El entorno en el que te formas influye directamente en los resultados que obtienes. En EMPI, nos esforzamos por proporcionar a nuestros alumnos un ambiente espiritual excelente que se refleje en todos los aspectos de su formación. Queremos que esta calidad se manifieste tanto en la residencia como en las prácticas y en todo el proceso de aprendizaje.
Nuestro objetivo es crear un entorno espiritual integral que fomente el crecimiento personal y académico, asegurando que cada estudiante reciba una educación completa y equilibrada. Creemos que un ambiente positivo y enriquecedor es fundamental para alcanzar el éxito y el desarrollo pleno de nuestros alumnos.
La mejor manera de cuidar el temperamento y pulir el carácter personal es a través de la convivencia con otras personas. En EMPI, recibimos alumnos de diversos lugares y entornos sociales, lo que enriquece la experiencia educativa y personal de cada estudiante. Esta diversidad fomenta un ambiente de aprendizaje inclusivo y colaborativo, donde se comparten experiencias y se desarrollan habilidades interpersonales diariamente.
Creemos que la interacción con compañeros de diferentes orígenes no solo mejora el entendimiento y la empatía, sino que también fortalece el crecimiento personal y académico de nuestros alumnos.
14 al 18 de octubre